sábado, 9 de octubre de 2010

EL DESPRECIO A LA FRONTERA.


La tan nombrada cumbre de Cancilleres de Venezuela y Colombia y sus comisiones respectivas, por fin se dio en la Ciudad Fronteriza de Cúcuta- Colombia. Fue una cumbre más, “sin ton ni son”, con más pena que Gloria. No llenó las expectativas de éstas fronteras naturales. Hablaron nuevamente de construir el cacareado tercer puente internacional, del pago de la deuda, de combustibles, y del diseño de un nuevo modelo comercial entre los dos países, a partir del mes de Abril de 2011 cuando Venezuela estará formalmente fuera de la Comunidad Andina de Naciones-CAN.

Mientras estas comisiones hablaban y comían, allá en la sede de la Gobernación de Cúcuta, los 50 mil desempleados cucuteños y los 20 mil Tachirenses, afectados por la tirantez entre Caracas y Bogotá, ansioso esperaban los resultados, las decisiones políticas, conjuntas, que les devolvieran sus derechos conculcados por las posturas intransigentes de Chávez y Uribe. Estos dos Caballeros son los grandes responsables de éste Genocidio Laboral, aplicados a los débiles pobladores de éstas Fronteras de la Patria de Bolívar. Y, es que Chávez y Uribe deberían ser procesados por este delito de Lesa Humanidad, pues, todo aquel que atente contra el empleo, en cualquier lugar del mundo, debe ser tratado y enjuiciado como un criminal.

El que pierde el empleo lo pierde todo: Pan, Abrigo y Refugio.

La postura del Canciller Venezolano es vergonzosa, actúa como un mandadero; él y sus ministros acompañantes, no tienen autonomía, ni poder de decisión. Son Ministros de nombre, pero sin cartera. No dicen “ésta boca es mía” sin consultar a su amo. El presidente Chávez está detrás de todo esto, a él, simplemente no le da la grandísima gana de ordenar el desmonte de las prohibiciones y las barreras para-arancelarias levantadas en todos los ministerios, que impiden la apertura comercial con Colombia. Le cuesta aceptar, que la carreta que hala la integración y el desarrollo económico y social de los pueblos, es el comercio. Desprecia a la frontera, se niega a devolverles el Pan y el Trabajo a sus connacionales. Abusa y oprime a los débiles, hombres y mujeres que viven y hacen patria, trabajando y produciendo para que él y los suyos, vivan mejor. Lo más lamentable es que en ésta tragedia, el gobierno Colombiano del presidente Santos, se presta para ello.

En la Frontera hay Rabia por este teatro burlesco y de baja monta. Hay que llenar los miles de estómagos vacios, abriendo las pequeñas y medianas empresas, cerradas por las posturas antagónicas entre Caracas y Bogotá.

Sí los mandatarios nacionales, quisieran de verdad, reactivar y reimpulsar la integración entre estos dos pueblos, deberían además, de la reactivación del comercio, suscribir un acuerdo binacional, que considere a estos espacios fronterizos terrestres, como Zonas Económicas Especiales, con Regímenes especiales en lo económico y en lo social; Así como la firma de un convenio Monetario entre los Bancos Centrales de los dos países, para crear un fondo de compensación cambiaria binacional que des dolarice el intercambio comercial y coloque el valor de nuestro signo monetario (Bs) con relación al Peso (Colombiano) en su justo valor.

La Frontera aparentemente tiene “problemas”, pero también tiene soluciones, y las soluciones están en el poder central, a miles de quilómetros de ésta orilla, de la franja, de la periferia.

Los mandamases de Caracas y Bogotá, o toman las decisiones rápidas y extraordinarias para revivir el empleo, o pasan a ser considerados más inútiles que un timbre en un cementerio.

¡LA FRONTERA SE RESPETA!

0 comentarios:

Publicar un comentario